miércoles, 6 de noviembre de 2013

Mujeres- Management: ¿Balance de Género?

(Artículo Personal)

LGA-Nov´2013.- Cuando hablamos de Gerencia- Gestión- Gerente, todo apunta e identifica más hacia el género masculino, por eso me pregunto si realmente en la práctica esto es así, si depende de la cultura organizativa o de la capacidad, actitud o realidad biológica de la mujer.
Ciertas investigaciones apuntan que efectivamente la pirámide de estructura organizativa no cumple un balance de género y que la mayoría ocurre en los altos niveles de gerencias. Lo que significa que hay más hombres que mujeres en altos cargos gerenciales.

     Algunos de estos resultados aún continúan debatiéndose; para identificar si realmente se debe a que hay una realidad biológica para la mujer, que detiene su crecimiento en las organizaciones. Entendiendo que si bien la responsabilidad es de dos, mayormente recae hacia la madre las responsabilidades de los hijos y el hogar.
¿Es así como es que los hombres llegan a obtener cargos de gerentes más que las mujeres? o depende de la formación o capacidad de las mujeres, esto no lo podemos afirmar, de lo que sí se puede hablar es que la diversidad de género trae beneficios incalculables a la organización.

     De esto nos habla Avivah Witterberg-Cox, consultora y asesora de compañías para el liderazgo de mujeres y diversidad de género, quien ha escrito libros sobre los beneficios del género femenino en las organizaciones y cómo éste se traduce en negocios. Además, provee sugerencias de cómo crear una nueva cultura corporativa basada en esta diversificación de género.

     La autora menciona que "la mayoría de las empresas fueron creadas por y para un siglo dominado principalmente por los hombres trabajadores y mujeres que se quedaron en casa. Este modelo ahora es completamente obsoleto, pero las estructuras, culturas y mentalidades no se han adaptado tan rápidamente a los cambios en la sociedad. Las empresas deben centrarse en este tema para adaptarse a la nueva realidad y muchos aún no lo han hecho”. (Witterberg, c.p. Mohor, 2010).

    Witterberg reconoce la importancia de la mujer en alcanzar altos cargos en una organización, tanto es así que en sus más de 20 años de experiencia, se sigue preguntando cómo es que aún se cuenta con menor presencia del género femenino en la alta gerencia.

     Mohor, en una entrevista realizada a Witterberg, para el diario de Chile El Mercurio, indicó que la autora maneja muy bien las cifras: “Sabe que en Europa y Norteamérica un 60% de los titulados de las universidades son mujeres; sabe también que en Estados Unidos ellas toman el 80% de las decisiones de compra y que cada año controlan 20 trillones de dólares del consumo global. Y sabe que las empresas con dos o más mujeres en su directorio logran mayores retornos en la inversión que las que cuentan con menor presencia femenina”.

      Asimismo, Witterberg (c.p. Mohor, 2010) asegura que “la preocupación por darles más espacio a las mujeres en los cargos de liderazgos -ya sean públicos o privados- no es nueva. Hasta ahora, sin embargo, las medidas tomadas en ese sentido no han tenido el éxito esperado. Según los datos que ha recopilado, en las empresas que reclutan la misma cantidad de hombres y mujeres cada año, sólo un 20 por ciento de ellas son promovidas para asumir cargos de liderazgo”.

     Aunque, también es una realidad que esto ha venido cambiando en esta última década como asegura la autora y consultora; advierte que “las mejores empresas del mundo han cambiado de actitud y se han interesado por el género femenino”. Lo que si se debe seguir cuestionando según Witterberg es sobre  ¿Cuál es el problema de las empresas que no logran atraer, retener y promover a las mujeres de la misma manera que lo hacen con los hombres? (Witterberg, c.p. Mohor, 2010).

      En el artículo de Mohor, se citan algunos de los aspectos que indica Witterberg que se deben considerar para cerrar la brecha y aceptar el género femenino y su liderazgo,  como beneficio y valor competitivo.

      Por ejemplo, habla de una nueva “meritocracia”, insistiendo que el equilibrio de género es un imperativo económico; reconocer y aprovechar las diferencias entre hombres y mujeres, para hacer una organización bilingüe, en donde se consiga “entender, atraer, retener motivar y desarrollar hombres y mujeres con la misma rapidez”.


     Otro de los aspectos está relacionado a la diferencia en el ciclo de vida, debido a que las mujeres, tienen en ciertos años otras ocupaciones aparte del trabajo. Y Witterberg, habla que justamente la edad en que suelen identificar el potencial de la persona es alrededor de los 30  a 35 años, y en estos años puede que la mujer esté en otra etapa de su vida. Menciona la autora que esto no ha sido creado para discriminar a la mujer, pero se debe buscar un equilibrio y una nueva cultura organizativa. Alternativas como cambiar el tramo de edad en que se identifica a las mujeres con alto potencial de desarrollo o aplicando distintos criterios a la de los hombres. (Witterberg, c.p. Mohor, 2010).

     Mohor, cita el Informe de Brecha de Género Corporativa 2010 de World Economic Forum, en el que indica que “el estudio, que se hizo entrevistando a 600 jefes de recursos humanos en las principales empresas de 20 países indica que la mayoría de las mujeres están concentradas en los cargos más bajos y son escasas en los puestos gerenciales y los directorios. Según el informe, el 72% de las empresas encuestadas no se preocupa de reducir la disparidad en los sueldos de hombres y mujeres, y las barreras para el acceso de los talentos femeninos al liderazgo está relacionado con las prácticas culturales y la falta de modelos inspiradores. También influyen las insuficientes medidas para facilitar la conciliación entre familia y trabajo.

     En relación a este aspecto vale la pena mencionar que Venezuela redujo la brecha salarial entre hombres y mujeres, llegando a ocupar el puesto 48 del rácking mundial de la brecha de género, mencionado en el World Economic Forum, en su séptima edición, según el informe publicado para el año 2012.

      También, se menciona que “sólo 9 países mejoraron en más del 10% sus oportunidades en igualdad de género durante los últimos siete años, mientras el 75% de las naciones mejoraron menos del 5%”. (Pérez, 2012).

      Sin embargo, aunque Venezuela ha cerrado la brecha salarial, según un estudio sobre el índice de entorno para emprendedoras, realizado con apoyo de The Economist Intelligence Unit,  se afirma que Venezuela se posiciona  en los últimos lugares del índice de entorno para emprendedoras.

     “Chile, Perú y Colombia cuentan con los mejores entornos para las mujeres empresarias en toda Latinoamérica y el Caribe, según un nuevo índice revelado por el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN), miembro del Grupo del Banco Interamericano de Desarrollo”. (El universal).

  Además, se concluye que “en general el nivel de oportunidades de capacitación empresarial para la mujer en Latinoamérica es "relativamente elevado".

    No obstante, Nancy Lee, gerente general del FOMIN, señaló "que pese a que las mujeres latinoamericanas figuran entre las de mayor espíritu emprendedor del planeta, siguen teniendo una representación muy desigual como propietarias PYME". (Lee, c.p. El Universal, 2013).

   Continuando con las barreras para el ascenso femenino, como se mencionaba anteriormente se encuentro la falta de manejo entre familia y trabajo,. En lo personal, pudiese decir que cada vez más se observa como se ha venido abordando con herramientas como el coaching este aspecto, a modo de centrar a ejecutivos en el desarrollo profesional sin perjudicar su vida familiar buscando un equilibrio, bien sea con herramientas que surgen a partir de este programa, como el compromiso de destinar ciertas horas a la familia, sin ocuparse del trabajo en casa, por ejemplo. Las organizaciones, esperan que su personal se adapte a él, pero no trabaja su entorno para adaptarse a circunstancias como éstas.

      Es por ello que me atrevo a decir, que más allá del ciclo de vida diferencial entre mujeres y hombres, la equidad del género compete a las organizaciones en mayor medida. Hemos visto como mujeres hacen esfuerzo para cumplir ambos roles, pero si el entorno no ayuda a su crecimiento y auspicie una cultura que tenga distintas maneras de validar el potencial femenino para formarlo como gerente, probablemente permanezca en cargos bajos y no se aproveche adecuadamente su potencial.

     Como ha señalado Witterberg, en su libro How women means business se puede trabajar en una cultura organizativa para obtener una equidad de género, entender y retener a mujeres para el desarrollo de su potencial, que resultará de mayor  beneficio para la organización.

     Por último, en el caso de Venezuela no quisiera apostar sobre este tema porque si bien es cierto que el género femenino ha venido empoderándose en muchos aspectos, no sé si en relación a altos cargos, lo que se pudiese decir, que es conocimiento de todos es esa inclinación a la igualdad de género, tanto que han surgido organizaciones con liderazgo femenino y en pro de la mujer, se han visto además beneficiadas en los ámbitos laborales por las leyes y políticas promulgadas en protección de la mujer. Para quienes no sean venezolanos, podemos nombrarles algunas instituciones como Ministerio para la Mujer, el Banco de Desarrollo de la Mujer (Banmujer), la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, el Instituto Nacional de la Mujer (Inamujer), entre otros.

     En el ámbito público, se pudiese mencionar que de 32 ministerios, 9 son presididos por mujeres actualmente, pero resulta difícil hablar de porcentajes de género en cuanto al liderazgo en general en las instituciones públicas (viciministerios, instituciones autónomas, auxiliares, entre otras) al igual que en el ámbito de organizaciones privadas, no obstante en el campo de trabajo al hablar de gerentes y directivos, la alta gerencia responde más hacia  hombres que mujeres.  

    Algo que pudiese aturdir porque la formación académica reúne más mujeres que hombres. Manifiesta Lee, gerente general del FOMIN, que "más del 50 % de los graduados de programas de formación de tercer nivel de la región son mujeres y más de la mitad de los países analizados ofrecen acceso a redes empresariales", según el estudio. (Lee, c.p. El Universal, 2013).

    Respecto al ámbito académico, Moisés Naím, reconocido investigador de tendencias, afirmó en una conferencia en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), en el entorno de celebración por el 60 Aniversario de la UCAB como casa de estudio, que Venezuela es el país de América Latina con la mayor matrícula estudiantil universitaria, sin embargo recordó que la tasa de retorno de la inversión en educación superior sea tan baja como en ningún otro país. (Correo del Orinoco, 2013).


Fuentes:
El Universal (2013). Venezuela en los últimos lugares del índice de entorno para emprendedoras.  [Artículo  en línea] http://www.eluniversal.com/economia/130725/venezuela-en-los-ultimos-lugares-del-indice-de-entorno-para-emprendedo
Correo del Orinoco (2013). Moisés Naím: Venezuela es el país con más estudiantes universitarios. [Artículo  en línea] . http://www.correodelorinoco.gob.ve/nacionales/moises-naim-venezuela-es-pais-mas-estudiantes-universitarios/
Mohor, D. (2010). La nueva meritocracia en la empresa. [Artículo  en línea] http://diario.elmercurio.com/detalle/index.asp?id=%7B06d4c33c-45ed-407d-b476-90584f123f05%7D
 Pérez,  F. (2012). En Venezuela se reduce brecha salarial entre mujeres y hombres. [Artículo  en línea] http://www.elmundo.com.ve/noticias/actualidad/noticias/en-venezuela-se-reduce-brecha-salarial-entre-mujer.aspx
Witterberg-Cox, A. [página web en línea] disponible en: http://www.avivahwittenbergcox.com/